El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) ha informado que logró abatir a un ciudadano procedente de Asia Central que había planificado un atentado terrorista contra una sinagoga de Moscú durante un momento de gran afluencia de personas.
Según han relatado este jueves las autoridades rusas, y recoge la agencia de noticias TASS, el supuesto terrorista ofreció «resistencia armada» cuando iba a ser detenido durante una operación policial, por lo que los agentes abrieron fuego y el sujeto «fue neutralizado».
«El extranjero hizo preparativos para cometer un acto terrorista: realizó un reconocimiento del área alrededor de una de las sinagogas de Moscú, y también adquirió componentes para fabricar un artefacto explosivo improvisado», ha explicado el FSB.
El Servicio Federal de Seguridad ha añadido que el supuesto terrorista, nacido en 2002, cumplía condena en su país de origen por un «delito común» cuando comenzó a entablar relación con otros condenados por actividades terroristas.
«Bajo su influencia, comenzó a compartir la ideología de una organización terrorista internacional prohibida en la Federación Rusa. Tras su liberación en noviembre de 2023, el hombre entró en territorio ruso», han explicado desde Moscú.
Cabe señalar que este incidente se produce menos de un mes después del atentado terrorista ocurrido en una sala de conciertos a las afueras de Moscú, cuando cuatro sujetos armados irrumpieron en el lugar y acabaron con la vida de más de 140 personas.
Las autoridades rusas han confirmado ya la detención de más de una docena de presuntos implicados en el atentado, incluidos los cuatro atacantes. Gran parte de ellos son ciudadanos nativos de Asia Central, región que ahora está en el punto de mira de Moscú.
Aunque Estado Islámico Provincia de Jorasán —filial de la organización terrorista en Afganistán— reivindicó el ataque, Rusia ha deslizado en reiteradas ocasiones que Ucrania podría estar de algún modo involucrada, aunque Kiev lo niega rotundamente.