El temido PL 2630/2020 que busca censurar para siempre las redes sociales y el internet en Brasil podría aprobarse tan pronto como en 15 días. Este sería el “Cruce del Rubicón” que pondrá al país definitivamente del lado de las dictaduras comunistas como Venezuela o Nicaragua.
Brasil atraviesa un momento de máxima tensión donde la democracia brasileña, especialmente el precepto de libertad de expresión y de prensa, cuelga de un hilo. Lula ha decidido impulsar el Proyecto de Ley (PL) 2630, oficialmente Ley de Libertad, Responsabilidad y Transparencia en Internet pero coloquialmente llamada como “Ley Anti Fake News” en una sesión de emergencia en el Congreso.
La legislación recibió originalmente media sanción en el Senado en 2020, en un intento de los partidos opositores a Bolsonaro en aquél momento de presionarlo para que no apruebe otras leyes que estaba impulsando en plena pandemia.
Sin embargo, el presidente amenazó con que esa ley nunca vería la luz del día, negoció con la oposición y ante la advertencia de que no pasaría su veto, la ley quedó cajoneada en la Cámara de Diputados. Pero ahora Lula la ha revivido y quiere que se apruebe este mismo año.
El relator de la ley en la Cámara Baja, Orlando Silva, del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), consiguió aprobar la petición de votación de urgencia que le había pedido Lula, sin embargo este martes, el propio Silva pidió al presidente de la Cámara, Arthur Lira, del Partido Progresista (PP), que se retirara la votación del orden del día al comprobar que no tendría votos suficientes para ser aprobada.
Ahora la votación se ha pospuesto para dentro de quince días, mientras Lula recrudece la persecución política contra Bolsonaro, quien regresó el país hace unas semanas tras su exilio en Estados Unidos, y ya fue allanado por la Policía Federal, y se le incautaron tanto teléfonos celulares como pasaportes.
El PL 2630/2020 tiene como objetivo instalar una fuerte censura de redes sociales y del internet en general. Compañías como Google, Facebook, Twitter, y Telegram, deberán reacomodar sus algoritmos para filtrar información que el gobierno señale como “potencialmente desinformativa“.
A pesar de que todas estas compañías ayudaron a Lula durante las elecciones del año pasado, priorizando información en los resultados que afectaba negativamente a Bolsonaro, esto lo hicieron por decisión propia tras un pedido de la Casa Blanca, luego de que el gobierno de Joe Biden decidiera apoyar al Partido de los Trabajadores (PT).
Pero ahora, lo que quiere Lula y la coalición de izquierda que gobierna, es que estas empresas filtren su información directamente siguiendo las exigencias del Estado brasileño, e incluso poner interventores en las direcciones de estas compañías para “terminar con la manipulación de las noticias“.
En una acalorada rueda de prensa el martes, el ministro de Justicia y Seguridad de Lula, Flávio Dino, dijo que los gigantes tecnológicos habían intentado “censurar y manipular” el debate sobre la ley. “Querían censurar al Parlamento, censurar el proceso legislativo, con una violencia pocas veces vista en Brasil”.
Esta semana, la página principal de búsqueda de Google levantó un mensaje alertando a los usuarios en Brasil que “el PL de las Fake News puede aumentar la confusión sobre lo que es verdad y lo que es mentira en Brasil”. Al hacer clic en él, aparecía un mensaje institucional de Google Brasil firmado por su Director de Relaciones Gubernamentales y Políticas Públicas, Marcelo Lacerda: “Si se aprueba en su forma actual”, decía el texto, “el PL iría en contra de su objetivo original de combatir la propagación de noticias falsas”.
El ministro Dino prohibió por decreto a Google promover posiciones contrarias al texto de la ley sin informar debidamente a los usuarios de que se trataba de publicidad. “Además de instar a la retirada del contenido”, declaró en rueda de prensa, “fijaré una multa por un valor máximo del 20% de la facturación bruta, además del bloqueo cautelar de las cuentas bancarias de Google”.
Dino reiteró ayer: “Google ha infringido el Código de Defensa del Consumidor, en el apartado de publicidad abusiva y publicidad encubierta, que es una forma de publicidad engañosa”. Cabe aclarar que si Google estuviera infringiendo la ley, debe ser llevada a juicio, en lugar de recibir una multa arbitraria por parte de un ministro del Poder Ejecutivo.
Con la amenaza de tener que pagar 1 millón de reales por hora (unos 200 mil dólares), Google retiró el enlace de su home page. Sin embargo, sus representantes respondieron a las acusaciones de propaganda del ministro Dino.
“Las afirmaciones de que estamos cambiando los algoritmos para que los contenidos contrarios al proyecto de ley aparezcan en la parte superior de la página en detrimento de otras publicaciones favorables son falsas. En las últimas semanas, hemos expresado de forma pública y transparente nuestra posición respecto al PL 2630 a través de nuestro blog oficial”, afirmó. “Creemos que el debate sobre una legislación que puede afectar a la vida de millones de brasileños y empresas debe implicar a todos los sectores de la sociedad”.