El Tribunal General de la Unión Europea confirmó este miércoles la multa histórica que Bruselas impuso a Google en 2018 por obligar a instalar su motor de búsqueda y su navegador en los dispositivos Android, aunque redujo la cuantía de la sanción en unos 200 millones de euros.
Según la sentencia, que aún se puede recurrir, Google deberá pagar 4.125 millones de euros, en vez de los 4.343 millones propuestos por la Comisión Europea, por haber impuesto restricciones ilegales a los fabricantes de dispositivos Android que le permitieron afianzar su posición dominante en el mercado.
En un comunicado publicado este miércoles en la página web del Tribunal de Justicia de la Unión europea (TJUE), se confirma la imposición de la multa. En ella se dice que:
«El Tribunal General confirma en gran parte la decisión de la Comisión que declaró que Google había impuesto restricciones ilegales a los fabricantes de dispositivos móviles Android y a los operadores de redes móviles con el propósito de consolidar la posición dominante de su motor de búsqueda”.
Es de señalar que esta es la mayor sanción económica jamás impuesta en Europa por parte de una autoridad de la competencia.