El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha dado a sindicatos y patronal «hasta fin de año» para llegar un nuevo «pacto por la vida en el trabajo», una de las iniciativas con el que el mandatario aspira a calmar las tensiones sociales derivadas de la recién promulgada reforma de las pensiones.

En este marco, Macron ha recibido este martes en el Elíseo al Movimiento de Empresas de Francia (Medef), la Confederación de Pymes (CPME) y la Unión de Empresas Locales, que representa a los artesanos y profesiones liberales, después de que sólo la patronal haya accedido a una reunión a la que el Elíseo esperaba sumar también a los sindicatos.

El presidente confía en definir «en las próximas semanas» el marco de negociaciones con el que espera que las partes marquen una hoja de ruta hacia el «pacto por la vida en el trabajo», una de las promesas que lanzó el lunes durante un discurso en la nación. Así, a la patronal le ha planteado que la meta pasa por llegar a acuerdos en 2023.

El principal responsable de Medef, Geoffroy Roux de Bézieux, ya ha puesto en cuestión a la salida de la reunión las posibilidades de éxito del diálogo, teniendo en cuenta que «para una agenda, hacen falta tres». Se ha mostrado reacio a intentar siquiera unas negociaciones que «se sabe que van a fracasar».

Más de 370 caceroladas han respondido al discurso a la nación de este lunes del presidente francés, Emmanuel Macron, en el que ha defendido el «necesario» aumento de la edad de jubilación de los 62 a los 64 y más tarde la contestación ha elevado el tono con disturbios en varias ciudades francesas.

La Asociación por la Tributación de las Transacciones Financieras y la Acción Ciudadana (Attac) ha informado de las caceroladas convocadas en espacios públicos, fundamentalmente plazas, en distintos puntos del país, entre ellas la plaza del Ayuntamiento de París, donde se han congregado cientos de personas.

La manifestación tuvo un momento de tensión con la policía, según France 3, que destaca que la calma regresó unos minutos después. En otros barrios parisinos también se han realizado concentraciones.

La imagen se ha repetido en Toulouse, Rennes, Amiens, Limoges o Marsella con estos «conciertos de cacerolas» celebrados a la misma hora a la que Macron comparecía en las pantallas francesas.

En Dijon la concentración no estaba autorizada y la Policía ha empleado gases lacrimógenos para dispersar a los asistentes.

Más tarde, ya por la noche, ha habido disturbios en Lyon, donde los manifestantes han empleado pirotecnia contra la Policía. En Rennes la Policía ha utilizado cañones de agua y gas lacrimógeno.

También se han producido protestas en Burdeos, Angers, Nantes o Rennes, donde se han contabilizado un millar de manifestantes, según ‘Le Figaro’.

La Prefectura parisina ha informado de 2.000 manifestantes en el Distrito X y el Distrito XIII, además de la concentración de la plaza de la Villa.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha prometido «cien días de apaciguamiento» con mejoras laborales, el control de la migración y un refuerzo del sistema judicial tras semanas de protestas contra una reforma que el mandatario ha tildado de «necesaria».

En un mensaje a la nación, en el que ha reconocido que la legislación no ha encontrado consenso en todos los sectores y que ha provocado «ira» en los ciudadanos franceses, ha dicho que «los cambios previstos por la reforma de las pensiones entrarán en vigor gradualmente a partir del otoño».

Pese a ello, ha recordado que la reforma ha sido aprobada «de acuerdo con la Constitución» y que la «respuesta» a la crisis social «no puede ser ni el inmovilismo ni el extremismo», en referencia a los episodios de violencia vividos durante las protestas.

Macron también ha recordado que, en vistas a su reunión con las principales patronales este martes, la puerta «siempre estará abierta» a los sindicatos, que han rechazado acudir al Elíseo hasta que no se planteen alternativas para desechar la reforma.

A modo de compensación, Macron ha anunciado una batería de medidas de mejora que serán aprobadas durante los cien días que separan el momento actual de máxima tensión política de la celebración de la fiesta nacional francesa del 14 de Julio.

En esta nueva ‘hoja de ruta’ se incluyen una serie de iniciativas sociales para mejorar, entre otras cuestiones, las condiciones laborales de los trabajadores, así como para fomentar el aumento del empleo en las personas mayores.

Asimismo, ha anunciado que el Estado francés reforzará el control de la migración y la Justicia con más de 10.000 magistrados. «Estamos en proceso de crear 200 brigadas de gendarmería para luchar contra toda forma de delincuencia», ha precisado.

Otros de los puntos en los que el Gobierno se centrará serán la educación y la sanidad. «La educación nacional debe reconectarse con su ambición de estar entre las mejores de Europa (…). Para finales del próximo año tendremos que descongestionar nuestros servicios de emergencia», ha indicado.

«Estas tres áreas prioritarias constituyen la ‘hoja de ruta’ de nuestro Gobierno. Estos tres proyectos deberían unirnos. El próximo 14 de julio debería permitirnos hacer balance. Tenemos por delante 100 días de apaciguamiento», ha subrayado.