La Organización de Naciones Unidas (ONU) caracterizada por su inacción a la hora de resolver conflictos de importancia, volvió a hacer de las suyas.
En un acto de desespero por mostrar que tomaban postura ante la situación de crisis generada en Afganistán, hicieron lo que mejor saben hacer y emitieron un comunicado en donde no se colocan del lado de ningún bando y dejan claro que no tomarán ninguna acción a través de sus consejos para ayudar a aliviar este problema.
Ante la toma del poder por parte de los terroristas, a la ONU no se le ocurrió mejor idea que pedirle moderación a los radicales e instarlos a asumir la agenda 2030, que incluye, entre otras cosas, «la reducción del consumo de carne» para proteger al ambiente.
Por este motivo, desde esta plaatforma, catalogamos a dicha organización como borrego de la semana y cuestionamos que se le siga otorgando recursos a un ente que parece ser promotor de una comedia bastante barata.