En el mes de diciembre los gastos del Sector Público Nacional experimentaron una muy fuerte caída en términos reales, como no se veía desde hace casi dos décadas. El gasto primario se redujo aún más si se lo compara con el mismo mes del año 2022.
El proceso de reforma del Estado que lleva adelante el Gobierno de Javier Milei comienza a observarse en las primeras cifras reportadas. La ejecución de las erogaciones mensuales del Sector Público Nacional (SPN) dieron cuenta de una muy fuerte reducción de por lo menos el 31% en términos reales (según el criterio devengado) y hasta un 33,8% real en comparación con el mismo mes del año pasado.
El gasto primario en el primer mes de gestión del Presidente Milei registró una caída superior al 50% en comparación con el gasto registrado en el primer mes del expresidente Mauricio Macri (medido en moneda constante), y hasta un 22% en comparación con el mismo período pero de la administración de Alberto Fernández.
Como el Presidente lo prometió en su campaña electoral, el principal componente del ajuste fueron las partidas que responden directamente al Estado: el 70% de la contracción real de las erogaciones fue explicada por la obra pública. El Gobierno anuló los proyectos no prioritarios que estaban planificados, y llamó a licitación pública para aquellos proyectos que ya estaban en proceso de ejecución (minimizando los gastos lo máximo posible).
Asimismo, se registró otra reducción muy importante sobre el gasto en jubilaciones y pensiones, que sufrió un derrumbe de más de 38 puntos porcentuales en términos reales. Este ajuste, sin embargo, no responde a la política económica del Gobierno actual sino más bien a la fórmula previsional de la gestión kirchnerista (que se deteriora conforme crece la inflación).
El Gobierno anunció que elevará un nuevo proyecto para actualizar las jubilaciones y pensiones, y que aplicará aumentos por decreto durante el período de transición. Estas medidas se abordan precisamente para contener el ajuste fiscal involuntario y prácticamente automático que había dejado la gestión kirchnerista.
La consultora Analytica sugiere que el gasto público real en la compra de bienes y servicios por parte del Gobierno nacional se redujo un 56,6% en diciembre de 2023, el gasto previsional se contrajo un 38%, y el gasto aplicado a programas sociales se redujo en un 31,5% (en particular sobre los programas que se aplican a través de intermediarios).
El gasto en subsidios económicos registró una caída real del 20,9% en diciembre, impulsada en mayor medida por la energía y el transporte. Esto forma parte del programa de corrección de precios relativos que lleva a cabo el oficialismo.