Estallan disturbios por tercer día consecutivo después de que la policía matara a un adolescente de origen africano que intentó escaparse de un retén policial pisando a los agentes.
La comunidad de inmigrantes africanos en los suburbios de París estalló este miércoles tras la muerte de un joven de origen norafricano de 17 años a manos de la policía cuando se quiso escapar de una parada de tráfico en el suburbio obrero de Nanterre.
El menor de edad de nombre “Nahel M.” (su apellido se mantuvo en secreto para proteger su identidad) estaba conduciendo peligrosamente y fue frenado por la policía este martes en un semáforo. El conductor no quiso entregar su documento e intentó avanzar con el auto.
En Francia no cumplir con una orden de detención policial es un delito conocido como “Refus d’Obtemperer” y se castiga con dos años de cárcel y una multa de 15.000 euros.
Cuando intentó escaparse del retén y parecía que iba a pisar a los oficiales, éstos abrieron fuego indiscriminadamente contra el conductor, matándolo en el acto. Una ley aprobada en 2017 los ampara a los policías, ya que permite el uso de la fuerza letal “cuando no puedan impedir de otra manera la huida de alguien susceptible de amenazar su vida o integridad física, o la de otras personas“.
Pero la enorme población de ascendencia africana en París estalló en protestas, que llevan dos días seguidos de disturbios, incendios y saqueos en las calles de la capital francesa. Los manifestantes dispararon fuegos artificiales a la policía e incendiaron autos cortando múltiples calles de la ciudad.
La policía también se enfrentó con manifestantes en la ciudad norteña de Lille y en Toulouse en el suroeste y también hubo disturbios en Amiens, Dijon y el departamento administrativo de Essonne, al sur de la capital francesa, dijo un portavoz policial.
En un video compartido en TikTok, una mujer africana que dice ser la madre de la víctima convocó a una marcha conmemorativa en Nanterre el jueves. “Vengan todos, lideraremos una revuelta en las calles por mi hijo. En nombre de Alá“, dijo revelando que la familia es musulmana.
El presidente Emmanuel Macron calificó el tiroteo de “inexplicable e inexcusable” y ordenó la investigación del policía que abrió fuego. El Ministerio del Interior, encargado de la seguridad interna en Francia, ha pedido calma y dijo que se han movilizado 2.000 policías en la región de París.
Los grupos de izquierda alegan “racismo sistémico” dentro de las fuerzas del orden francesas, contra la masiva comunidad de inmigrantes. El asesinato del martes fue el tercer tiroteo mortal contra personas de origen africano durante paradas de tráfico en Francia en lo que va de 2023. Además, se registraron otros 13 casos similares el año pasado.
Si bien se argumenta racismo como la consecuencia de todo, la realidad es que existe un total desprecio por las leyes francesas por parte de la comunidad africana en el país. Muchos de sus miembros incluso han subido videos a redes sociales argumentando que ellos no reconocen al Estado francés y que sus leyes no aplican contra ellos.
El nivel de delitos por parte de la comunidad africana en Francia es completamente desproporcional a la fracción de la población que comprenden. A pesar de que la comunidad africana comprende el 5% de la población total en Francia, son responsables por casi el 50% de los delitos registrados en 2021, un dato que el propio Macron ha compartido.
