Tras reunirse con los gobernadores en la Casa Rosada, el presidente Javier Milei celebró el consenso nacional en torno al déficit cero y anticipó el final de la inflación.
El presidente Javier Milei definió como “extremadamente positiva” la reunión que mantuvo con veinte gobernadores en la Casa Rosada, destacando que el encuentro marcó un punto de inflexión en la relación entre la Nación y las provincias. “Hemos logrado estar de acuerdo, con matices, sobre lo que necesita la Argentina en esta etapa”, afirmó en una entrevista exclusiva con Pablo Rossi para A24. El mandatario agradeció a los jefes provinciales por “respetar lo que pidieron más de dos tercios de los argentinos: no volver al pasado y continuar por el camino de la libertad”.
Milei aseguró que existe un “consenso absoluto” en torno al equilibrio fiscal y anunció que el déficit cero “ya es una política de Estado”. “Nosotros ajustamos siete puntos del PBI, pero hay que reconocer que las provincias hicieron un ajuste de más de tres puntos, y los municipios de 0,54. Estamos todos trabajando en la misma línea”, precisó.
El mandatario explicó que la disciplina fiscal “no es ideología, sino sentido común”, y reafirmó que la emisión monetaria —madre de la inflación argentina— “ya fue detenida”. En ese sentido, vaticinó que “a mitad del año que viene no va a haber más inflación en Argentina”.
Uno de los temas centrales de la reunión fue la reforma laboral, sobre la cual Milei aseguró que existe “consenso absoluto”. “Argentina tiene un régimen laboral que tiene 70 u 80 años y está absolutamente anacrónico. La mitad de los trabajadores está en el mercado informal, y hasta los propios sindicalistas, detrás de las cámaras, lo admiten”, sostuvo.
Explicó que la nueva legislación permitirá formalizar a millones de argentinos sin derechos: “Nadie pierde nada, pero muchos ganan. Los que ya están empleados pueden mantener sus contratos. Esto está pensado para los jóvenes que hoy se van por Ezeiza porque no encuentran trabajo”.
Fiel a su estilo frontal, el Presidente explicó por qué excluyó de la convocatoria a los gobernadores Axel Kicillof, Gildo Insfrán, Ricardo Quintela y Gustavo Melella. “Si usted repite el catecismo marxista, recetas que hundieron al país durante cien años, es muy difícil tener un diálogo razonable. No nos podemos juntar con gente que 2+2 no les da 4”, lanzó. Y añadió: “Hay una avenida que quiere ir a Cuba y Venezuela con el castrochavismo. Nosotros elegimos la libertad”.
Consultado sobre posibles cambios en el Gabinete, Milei fue claro: “Voy a hacer los cambios cuando considere que sean necesarios. Necesito interlocutores válidos ante el Congreso y los gobernadores”.
Elogió el trabajo de su asesor Santiago Caputo —a quien podría incorporar formalmente al Ejecutivo— y ratificó a Martín Menem como titular de la Cámara de Diputados. También adelantó que mantendrá una reunión con Mauricio Macri: “Nunca me pidió nada, pero siempre se acercó con generosidad y aportó su experiencia”.
Milei reivindicó su “bilardismo” como filosofía de gestión: “Tengo un compromiso con los argentinos y cumplo mis promesas. He cumplido todas en menos de dos años de gobierno”. Explicó que tras las reformas de “primera generación” —centradas en el orden fiscal y la estabilidad— comenzará la etapa de “segunda generación”, enfocada en el crecimiento y la competitividad. “La motosierra era el símbolo del equilibrio fiscal, y lo logramos en un mes. Otros decían que llevaría años. Nosotros lo hicimos”, subrayó.
En el plano económico, Milei detalló que el PBI cayó 1,8% durante la transición, pero que en diciembre de 2024 la economía ya estaba 6,6% por encima del año anterior. Atribuyó los retrocesos al bloqueo legislativo impulsado por la oposición, “que metió 40 leyes para torpedear el plan económico”. Aun así, aseguró que “el 76% de los argentinos no quiere volver al kirchnerismo”.
Consultado por la derrota electoral de septiembre en Buenos Aires, el Presidente la consideró “una bendición”. “Nos obligó a repensar muchas cosas y se reflejó en el triunfo del 26 de octubre. Aprendí mucho de política y economía”, admitió.
Cerró la entrevista con un mensaje de optimismo y determinación: “El socialismo asusta; nosotros liberamos. Lo que nos caracteriza es hacer promesas y cumplirlas. En la lógica bilardista, ganar es lo único que importa. Y estamos ganando: la Argentina está volviendo a ponerse de pie”.













