La hipocresía progresista con el caso afgano

Por Nathan A. Gonzalez C., coordinador local de EsLibertad Venezuela.

El 23 de agosto de 2024, el gobierno talibán de Afganistán promulgó una ley que, al igual que las demás leyes y dictámenes establecidos desde su llegada al poder, viola una vez más no solo la libertad de los seres humanos que ahí habitan, sino que se ensaña especialmente contra las mujeres afganas. Esta vez, las obliga a no hablar en público, cantar, leer en voz alta e incluso poder usar cosméticos o perfume. Tampoco se les permite salir a la calle sin llevar una “correcta” vestimenta que cubra completamente todo su cuerpo para evitar así la tentación y el vicio. La medida también pretende evitar que las mujeres afganas imiten modas occidentales.

La ley será aplicada por el Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio —y no, no es un chiste—, los talibanes pretenden combatir el vicio en pro de una supuesta “virtud”. La moral de los radicales musulmanes —llamándolos educadamente— es un tanto extraña: no consideran como vicio tener conductas morales tan depravadas e inhumanas como el asesinato, la promoción del homicidio de todo aquel que piense diferente, la represión, el totalitarismo y la pedofilia. Esta última costumbre lamentable se ha visto incrementada desde la llegada del terrorismo talibán al poder.

Cualquier ser humano que tenga empatía, valores y fuertes convicciones morales se pronunciaría profundamente airado ante tales hechos. Lo que nos lleva a preguntarnos ¿Dónde están los moralistas de Occidente? ¿Dónde están los colectivos feministas que con tanto ahínco hablan de la necesidad de eliminar el supuesto sistema patriarcal? ¿Dónde está la izquierda progresista que se jacta de ser sumamente compasiva con el dolor ajeno? No lo sabemos. Pareciera que se hubieran esfumado de la faz de la tierra, que convenientemente tuvieran la capacidad de ir a otro plano de la existencia y luego reaparecer en este a voluntad.

Y digo esto porque cualquiera pensaría que ellos serían los primeros en manifestar su desagrado, su impotencia y su rechazo rotundo ante tal calamidad. Sin embargo, lo único que presenciamos de la izquierda supuestamente humanista es el silencio, un cobarde, sádico y perverso silencio. Esto es una prueba más de que el discurso de izquierda, fiel a su maligna tradición, es un descarado engaño en el que solo pueden caer aquellos idiotas que, además de idiotas, son vanidosos, ignorantes y superficiales. Pero no me malinterpreten, esto no es una mera apreciación personal, ya que para nadie es un misterio que la mayoría de los autodenominados progresistas de izquierda se creen moralmente superiores al resto. Y si alguien duda de esto, basta simplemente con prestar atención a todo lo que hacen y dicen, desde sus más afamados intelectuales hasta su vasta militancia.

Pero tratemos de ser justos con ellos, demos un repaso por la breve y convulsiva historia reciente de Afganistán desde la llegada de los talibanes. Suponemos que este repaso, que va desde el año 2021 hasta el presente año 2024, deberíamos encontrar ingentes manifestaciones de todo tipo de parte de la izquierda progresista sobre el caso afgano. Sin más preámbulo, veamos.

Los terroristas talibanes llegaron al poder en agosto de 2021, tras la retirada de las tropas estadounidenses y de la OTAN. Desde entonces, el país ha experimentado una serie de acontecimientos que han afectado profundamente su situación política, social, económica y de derechos humanos. Entre las medidas adoptadas, se restableció el “Emirato Islámico de Afganistán”, implementando su interpretación estricta de la ley islámica (sharía). Esto incluyó cambios radicales en las leyes y estructuras gubernamentales, eliminando en gran medida las instituciones democráticas anteriores. Se prohibió la educación para las niñas, se vetó a las mujeres de muchos sectores laborales y se las obligó a llevar el burka. Además de todo esto, hemos presenciado casos de pedofilia; padres musulmanes vendiendo a sus hijas a hombres adultos, sin la aparente disconformidad del régimen, y un aumento alarmante en las violaciones y el maltrato contra la mujer por parte de sus esposos.

Ante esto, ¿Qué pronunciamiento tuvimos por parte de la izquierda mundial, los supuestos luchadores contra la islamofobia, y demás colectivos progresistas? No recuerdo haber visto marchas convocadas por ningún político o defensor del Kirchnerismo en Argentina. No hubo manifestaciones contra las violaciones de derechos humanos en Afganistán por parte de los mismos colectivos feministas que tanto alboroto causaron cuando se estaba discutiendo la ley del aborto. La izquierda progresista argentina guardó silencio.

¿Qué declaraciones podemos encontrar de la mano de Irene Montero, Pablo Iglesias, Pedro Sánchez, Podemos y del Ministerio de la Mujer en España? Hemos visto cómo los talibanes asesinaban a las mujeres que iban por las calles solo por llevar una supuesta vestimenta inapropiada, que consistía en llevar sandalias o no tener el rostro cubierto. No hemos tenido ninguna declaración del autodeclarado gobierno feminista de España ni de su Ministerio de la Mujer que condene abierta y rotundamente los maltratos contra la mujer afgana, ministerio que, por cierto, se ha jactado hasta por los codos de tener férreos compromisos con el feminismo y con los derechos de la mujer. Pura política barata que no hace más que dejar al descubierto la hipocresía de la izquierda española.

¿Dónde están los colectivos LGBT? ¿Acaso ignoran cómo, a la llegada del gobierno talibán, pudimos ver a homosexuales siendo colgados en grúas por las calles? Hemos visto cómo los homosexuales son asesinados, mutilados y humillados de todas las formas posibles por los talibanes, sin embargo, no hemos visto marchas multitudinarias de estos colectivos sobre el caso afgano. Tal parece que los colectivos LGBT viven en un mundo en el que la prioridad no es manifestarse intensamente en contra de los delitos que los talibanes perpetran contra los homosexuales en Afganistán. Por el contrario, en la realidad que ellos viven, la prioridad parece ser la lucha contra la supuesta islamofobia que llevamos a cabo los occidentales.

Es realmente despreciable ver cómo las pocas declaraciones que podemos encontrar por parte de esta izquierda infrahumana dejan mucho que desear, son ambiguas y en algunos casos usan una moral relativista bastante cuestionable, cuyos discursos se enfocan en criticar a Estados Unidos, su política exterior y a gobiernos de Occidente. La izquierda, como de costumbre, solo alza las banderas de la igualdad, de la libertad y de la defensa de los derechos humanos cuando esto les puede generar algún beneficio político.

La izquierda, señores, es la encarnación de la crueldad, la malignidad y la perversión, de tal manera que podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que “el socialismo no es más que la máscara con la que el diablo oculta su verdadera intención: subyugar al hombre bajo la tiranía del Estado.”

«Venimos a ponerle un cepo al Estado»: Milei presenta el Presupuesto 2025

El presidente de Argentina, Javier Milei, presentó este domingo el Presupuesto 2025 en el Congreso Nacional, bajo la premisa del «déficit cero» en las cuentas públicas.

«Hoy estamos aquí para presentar un proyecto de presupuesto nacional que va a cambiar para siempre la historia de nuestro país, de manera que podamos volver a ser la Argentina grande que alguna vez fuimos», arrancó el mandatario su discurso.

El presidente decidió exponer él mismo el proyecto, lo que justificó por ser economista de formación y porque considera que el destino del pueblo «se juega en las definiciones económicas que toma».

«Después de años donde la clase política vivió poniendo cepos a las libertades individuales, hoy venimos a ponerle un cepo al Estado«, dijo el mandatario, que definió su proyecto como «el más radicalmente distinto de este siglo».

En ese sentido, reiteró la premisa del «déficit cero». «Vetaremos todos los proyectos que atenten contra el equilibrio fiscal», aseguró, destacando que solo permitirá un aumento del gasto si la propuesta va acompañada de una alternativa para financiarlo.

Según el mandatario, este será «el primer año de superávit fiscal sin entrar en default en toda la historia argentina».

Milei volvió a cargar contra el gasto público, asegurando que los políticos tienen una «compulsión inagotable por el gasto público que no conoce restricción presupuestaria alguna».

Al mismo tiempo, arremetió contra «el modelo de la casta», que, según él, la clase política ha adornado «con buenas intenciones».

«Por años los hemos escuchado hablar de justicia social, que no solo no es justa, sino que extremadamente violenta, porque implica sacarles a unos para darle a otros, basada en un principio inconsistente que dice que donde hay una necesidad hay un derecho», dijo.

Trump elogia los duros recortes de Milei en Argentina

El candidato republicano para las presidenciales en EE. UU., Donald Trump, lanzó varios elogios al mandatario libertario de Argentina, Javier Milei, a quien calificó como un «gran fan» de su filosofía política ‘Haz a América grande otra vez’ (MAGA, en ingles).

«El nuevo líder de un lugar llamado Argentina es genial y es un gran fan de MAGA, lo sabes. Hizo su campaña con MAGA y lo llevó al extremo también […] Escuché que está haciendo un trabajo realmente genial. Se llama ‘Make Argentina great Again'», dijo el republicano en la entrevista concedió a Elon Musk en la red social X.

Como era de esperarse, la reacción de Milei fue efusiva. El mandatario argentino reposteó profusamente a los seguidores que compartieron el extracto de la entrevista donde lo nombraban.

Según Trump, la estrategia del libertario en Argentina «funcionó perfectamente». «Él está haciendo un gran trabajo. Realmente recortó. Y estoy escuchando que esto comienza a funcionar bastante bien: la inflación baja», apuntó el candidato republicano.

En esa línea, en aras de ilustrar lo mal que estaba Argentina, aseveró que el país tenía «como 2.000%» de inflación antes de la llegada de Milei, algo que calificó de «fuera de lo normal».

En este marco, afirmó que EE. UU. iba a tener lo mismo: «Pero nosotros vamos a tener esto muy pronto», advirtió en relación con EE. UU. que —señaló— tiene «la peor inflación en 100 años». 

Productores por Venezuela se pronuncian contra la tiranía y hacen un llamado a las figuras públicas a no guardar silencio

Este lunes, diferentes organizaciones productoras en Estados Unidos se han pronunciado en contra de la tiranía de Nicolás Maduro en Venezuela y han puesto sus plataformas al servicio de la verdad sobre la situación que atraviesa el país, a través de un comunicado.

En el texto, también han hecho un llamado a los artistas, influencers y figuras públicas para no guardar silencio ante las atrocidades cometidas por el genocida régimen de Maduro en el país, pues, en este escenario, la indiferencia se convierte en complicidad y el silencio es sinónimo de tibieza ante los crímenes de lesa humanidad.

Asimismo, advierte que las organizaciones que suscriben el texto no están dispuestos a apoyar a aquellos que eligen el silencio o las declaraciones vacías en lugar de apoyar al pueblo venezolano contra la tiranía.

En concreto, el comunicado expresa:

«Estimados amigos y colegas del mundo del espectáculo,

Hoy nos unimos en un momento histórico y crucial para nuestro amado país, Venezuela. Estamos en una encrucijada, un punto de inflexión en el que la libertad está a punto de recobrarse, pero no sin sacrificio. A lo largo de los últimos días, hemos sido testigos de la valentía de nuestros hermanos venezolanos, quienes han salido a las calles, a pesar del peligro, a defender el voto de la esperanza, el voto por un futuro mejor.

El régimen de Nicolás Maduro, aferrado al poder, ha respondido con violencia y represión, tratando de sofocar la voz del pueblo con balas y censura. Sin embargo, no podrán silenciar la verdad. Como productores venezolanos en Estados Unidos, tenemos una plataforma y una responsabilidad. Nuestras redes sociales, nuestras voces, nuestros talentos, deben estar al servicio de esta verdad. Debemos ser los amplificadores de lo que está ocurriendo en Venezuela, para que el mundo entero sepa la realidad y no se deje engañar por la propaganda del régimen.

Hacemos un llamado a todos los artistas, influencers y figuras públicas: este no es el momento para la neutralidad. No podemos permitir que la indiferencia se convierta en complicidad. Es hora de tomar una postura clara y firme. Es hora de alzar la voz por Venezuela, por su gente y por aquellos que han perdido la vida luchando por un país libre.

A los artistas que han optado por no involucrarse, les decimos que no hay espacio para la tibieza cuando se trata de derechos humanos y libertad. La historia nos juzgará, y queremos estar del lado correcto de ella. Los que eligen el silencio, los que eligen declaraciones vacías, deben saber que nosotros, como productores, no apoyaremos a quienes no están dispuestos a apoyar a nuestro país en su hora más oscura.

Hoy más que nunca, Venezuela nos necesita. Necesita nuestras voces, nuestras plataformas, y nuestra solidaridad. No es solo un llamado, es una exigencia moral. A aquellos que se suman a esta lucha, les extendemos nuestra mano y nuestro respeto. A los que deciden no hacerlo, sepan que la indiferencia tiene un costo, y nosotros no seremos cómplices de la injusticia.

Por Venezuela, por su libertad, por su futuro.
¡Que se escuche nuestra voz, fuerte y clara!»

¿Por qué los intelectuales son socialistas y odian el capitalismo?

Por Gervis Medina, abogado, criminólogo y escritor venezolano

Esta interrogante se lo plantea Bertrand de Jouvenel (1903-1987), en el libro “Los Intelectuales europeos y el capitalismo”.

Desde la antigua Grecia, los filósofos griegos no entendieron el orden espontáneo del mercado, a diferencia de los juristas clásicos romanos. Empezando por Sócrates, Platón y Aristóteles. Veían con recelo todo lo que oliera a actividad mercantil, empresarial, artesanal o comercial.

Hoy día, desde los actores de cine, periodistas, literarios etc., la mayoría son contrarios a la economía de mercado, cómo la mayor parte de los intelectuales, quienes plasman su labor creativa en obras literarias generalmente también en contra del capitalismo. Todos ellos contrarios al proceso de mercado, todos ellos socialistas, todos ellos de izquierdas.

Bertrand de Jouvenel desarrolló un artículo precioso explicando las razones por las cuales el intelectual generalmente, y salvo honrosas excepciones, está siempre orientado en contra del proceso de cooperación social basado en el mercado, y describe tres motivos para ello:

1) Desconocimiento teórico del proceso de mercado.

El orden social empresarial, dice Hayek, “es el más complejo que hay en el universo”. Este trabajo de análisis para comprender como funciona el proceso espontáneo del mercado, que solo puede proporcionar la teoría económica, por desgracia, brilla por su ausencia en la mente de la mayor parte de los intelectuales. Estos se dan muchísima importancia, piensan que han estudiado mucho, pero la mayor parte de ellos son unos completos ignorantes, en lo que se refiere a la ciencia económica.

2) La soberbia.

El intelectual piensa que sabe mucho más que el resto de sus conciudadanos, porque ha estudiado mucho. Logrando obtener títulos en diferentes carreras o por que ha leído muchos libros, porque va a muchas tertulias y conferencias. Se cree la persona más inteligente y el más listo. Cae en la fatal arrogancia con gran facilidad, hasta el punto que piensa ser más legitimado que nosotros mismos para decidir lo que tenemos que hacer; se ríe de los ciudadanos de a pie, le parece una ofensa a su fina sensibilidad que le contraríen, vomita ante la ignorancia de otros, de alguna forma se escandaliza de la falta de cultura de todos los demás y él puede criticar y pontificar porque se cree más listo que nadie.

Detrás de cada intelectual existe un tirano en potencia, que a poco que se descuide va a caer en la tentación de querer arrogarse del poder político para imponer a todos los demás sus peculiares puntos de vista. Se consideran que son los mejores y más refinados y más cultos.

Ahora, si a la ignorancia le sumamos la arrogancia fatal de que saben algo más que los demás, que son más cultos y refinados, estamos perdidos. No es raro de extrañar que detrás del tirano de la historia, un Hitler, Stalin, Chávez, Maduro, exista una cohorte de intelectuales aduladores que han tratado de darle base y legitimidad, desde el punto de vista ideológico, cultural, filosófico, etc. Cómo es el caso de Venezuela, un Rangel, Adolfo Esquivel, Luis Brito, Ignacio Ramonet, Román Chalbaud, Pérez Pirela, Noam Chomsky, entre otros.

3) El resentimiento y la envidia.

Bertrand se da cuenta de que el intelectual se encuentra en una situación muy incómoda en el mercado. En la mayor parte de las circunstancias observa que el valor del mercado de lo que él aporta al proceso productivo es muy reducido, es decir, dice que ha estudiado muchos años, lo ha pasado muy mal, ha viajado a París y resulta que hace unos cuadros, escribe unos libros y no lo compra nadie. Algo mal está en la sociedad capitalista cuando no se valora como debe lo que hace. Y en todo caso, aunque tenga suerte, aunque se ponga de moda, nunca es suficiente, nunca se le paga lo suficiente.

Teniendo en cuenta todo lo que hace como intelectual, sobre todo en comparación con la basura que lo rodea. Lo que no puede resistir es que un «superignorante», un burdo, un inculto empresario, gane diez o cien veces más que él. Esa es una sociedad injusta, dice el intelectual, no se nos paga lo que valemos, pero personas como Elon Musk, Bill Gates, Mark Zuckerberg, Steve Jobs son unas basuras delante de ellos porque nunca estudiaron en una academia letrada, porque se dedicaron a producir algo que las masas ocultas demandan.

El mundo de los negocios es para el intelectual un mundo de valores falsos, de motivos bajos, de recompensas mal dirigidas, para él es una perdida, es el resultado natural de la devoción a algo que debe hacerse, mientras que el beneficio es el sometimiento a las opiniones de la gente.

Si al resentimiento y envidia le añadimos la soberbia y la ignorancia, no nos debe extrañar que la cohorte de hombres y mujeres de cine, periodistas, literarios, modelos, escritores, investigadores etc., actúen de manera sesgada en contra del proceso empresarial del mercado al que estamos incorporados nosotros, que sean profundamente anticapitalistas y siempre se presenten como los adalides del socialismo de la progresía de la justicia social y la redistribución de las riquezas.

La batalla de las ideas

Por Valentina Gómez, economista y coordinadora local senior de EsLibertad Venezuela.

Karl Marx utilizó la expresión «la batalla de las ideas» durante la década de 1840 para criticar la filosofía alemana moderna, una filosofía que defiende la libertad y la autonomía, los representantes creen principalmente en el progreso humano como una «expansión del espíritu y la razón». Tanto Hegel como Kant, principales defensores de la filosofía, creían que para evolucionar el ser humano necesitaba comprender la realidad a través de la historia, la lógica y la ética. De ahí que introdujeran un enfoque historicista en la comprensión de la realidad y el pensamiento humano.

Para Marx, aquella filosofía se preocupaba más en la elaboración teórica que por la aplicación práctica en la transformación social, nunca entendió que primero debes comprender el comportamiento humano antes de aplicar y hacer de la sociedad parte de un experimento. Es como sentarte a comer antes de hacer las compras en el supermercado ¿Qué vas a comer si no hay nada? ¿Cómo estar seguro de que tus propuestas para la sociedad son las mejores si no conoces el comportamiento humano? O incluso peor, abrir primero el cuerpo y luego abrir el libro de medicina, en este segundo ejemplo pones en riesgo la vida de otra persona. Así funciona cuando haces un experimento con la sociedad, pones en riesgo la vida de millones de personas.

Marx comienza a desarrollar su propia filosofía al diferir de los filósofos alemanes modernos. Se aparta del grupo y, al encontrarse con Friedrich Engels, consigue el apoyo suficiente para elaborar una perspectiva distinta. «… Ponen de manifiesto cómo no hacen otra cosa más que balar filosóficamente» redactaron Marx y Engels en el libro «La Sagrada Familia» de 1844. En ese libro critican a los hegelianos, acusándolos de realizar críticas meramente teóricas y abstractas, sin implicaciones prácticas o revolucionarias reales. Es en estas primeras críticas cuando comienza la batalla de las ideas.

De la crítica filosófica a la batalla política: Marx, Engels y la influencia en la era Thatcher

Decenios más tarde, esta noción de una batalla de ideas resonaría en la política británica con Margaret Thatcher, quien, como Primera Ministra entre 1979 y 1990, defendió vigorosamente las ideas conservadoras mientras el socialismo y las políticas de izquierda ganaban terreno. Thatcher abogaba por la libre empresa, la privatización de industrias estatales, la reducción de impuestos y la promoción del individualismo y la responsabilidad personal. Su enfoque de gobierno buscaba estimular la iniciativa privada y fortalecer la competitividad económica.

Para Thatcher, la «batalla de las ideas» no solo representaba una lucha por el poder político inmediato, sino también por el futuro del modelo económico y social británico, así como por el papel del gobierno en la vida de sus ciudadanos.

Recientemente, se ha materializado el escenario que Thatcher intentaba evitar: un primer ministro laborista en el poder. Keir Starmer, líder del Partido Laborista, fue elegido, marcando la primera vez en 14 años que los laboristas retoman el poder en el Reino Unido. Esta elección refleja un cambio significativo en la política británica y subraya la continuación de la dinámica de la «batalla de las ideas» que ha definido el paisaje político desde los tiempos de Marx y Thatcher hasta la actualidad.

Fuente: Statista

Así luce el mapa en 2023 en Latinoamérica: los países en rojo indican gobiernos de izquierda, aunque algunos como Argentina han vuelto a ser azules. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para recuperar la educación como el mejor camino hacia la prosperidad. La educación no solo fomenta la creatividad y el trabajo inteligente, sino que impulsa avances tecnológicos y contribuye al progreso social sostenible, reduciendo la pobreza y promoviendo el respeto por el medio ambiente y los derechos humanos.

No conforme con esto, hoy nos encontramos con un entorno donde se han creado los aparatos más distractores y ladrones de nuestra capacidad analítica. Durante muchos años creí que ser multitasking era una virtud, pero en realidad era falta de concentración. No era realmente multitasking porque no lo hacía con un objetivo, como ahorrar tiempo, sino por la ansiedad de no estar perdiéndome algo. Mi mente se acostumbró a recibir información constante y a saltar rápidamente entre tareas, pero esto no significaba eficiencia, sino ansiedad. Hoy, lucho por mantener mi mente tranquila frente a la avalancha de tecnología que, si bien nos conecta globalmente, también genera ansiedad. Pilar Quiroga Méndez de la Universidad Pontificia de Salamanca, España, explica que:

La atención parcial continua implica una vigilancia y global que no es característica de las tareas múltiples. Con la CPA (Continuous Partial Attention) se busca una activación constante, filtrando oportunidades, observando diferentes pantallas, y yendo con rapidez de un lugar a otro. La CPA crea un sentimiento artificial de estar en crisis, de estar siempre en alerta máxima. Desde el punto de vista del procesamiento de la información pretende y consigue mantener una prioridad atencional en el foco, mientras que al mismo tiempo se explora la periferia para no perderse otras oportunidades. Este funcionamiento cognitivo puede ser la mejor estrategia de atención en momentos determinados y es seguramente adaptativa (por ejemplo: si estamos en la selva acosados por peligros indefinidos que pueden venir de cualquier lado), pero cuando se convierte en el principal modo de afrontamiento cognitivo, como sucede con el uso continuo del ordenador, tiene una enorme parte negativa.

Más allá de los impactos personales, estamos inmersos en una batalla constante donde la manipulación de la información y las promesas políticas contradictorias generan crisis económicas y sociales. En esta dinámica, es crucial mantener la racionalidad por encima de las emociones y evitar caer en extremismos ideológicos que dividen y polarizan. ¿Cuál nos da prosperidad económica? ¿Cuál soluciona los conflictos sociales? En palabras de Friedrich Hayek:

En palabras de Friedrich Hayek:

El socialismo ha sido un intento de reformar mediante la planificación el modo de producción que había surgido en el curso de siglos de evolución espontánea. Lo que hace de Marx un precursor del socialismo moderno no es su plan para una economía socialista, sino su insistencia en que el socialismo debe ser establecido por la fuerza.

Para cambiar el mapa del 2023 hacia la libertad, es esencial resistir la tentación de dejarse llevar por ideologías extremas y mantener un enfoque crítico y racional. Esto implica priorizar la educación integral, resistir las distracciones digitales y tomar decisiones informadas basadas en hechos concretos, no en promesas vacías. La libertad, en su verdadero sentido, no puede ser sacrificada en el altar de experimentos ideológicos fracasados que solo perpetúan el humo de ilusiones efímeras.

Anti-Antonella Marty, liberalismo, Argentina, Venezuela, política, contextos y sentido común: una respuesta a estupideces manifiestas

«La pobre Rand posiblemente se suicidaría si resucita y ve que esta es la calidad de seguidores que tiene en el presente (…)»

Autor

Por Roymer Rivas, coordinador local senior de EsLibertad Venezuela y teórico del Creativismo Filosófico.

Hace poco, la escritora argentina Antonella Marty, considerada por algunos como una “musa del liberalismo”[1], ha dado una entrevista lamentable donde arremete contra lo que considera alguna especie de dogma liberal, dándose el tupé de comparar a Javier Milei, el actual presidente de Argentina, con el genocida dictador que somete al pueblo venezolano, Nicolás Maduro, en un marco donde también se jacta de entender correctamente a Ludwig von Mises y Ayn Rand. En vista de ello, me veo en la obligación moral de matizar ciertas posturas y corregir otras, en aras de ser más responsables con lo que se dice, y no en un marco donde impera más el dar de qué hablar —marketing— para promoverse en las redes —he allí la gran diferencia entre quienes con autenticidad nos interesamos por aprehender la verdad y quienes solo difunden cosas para aparentar cierta intelectualidad—.

En este marco, he de decir que solo tocaré algunos puntos importantes, donde no hay debate, y pasaré por alto todo lo demás, por considerarlo cosas que tienen que seguir debatiéndose dentro del liberalismo —y no es el fin de este texto abordarlos con la rigurosidad que ameritan—. Sin más, comienzo:

Sobre el “ser liberal” y lo “insalvable” de la expresión

Desde hace mucho vengo escuchando cómo algunos autodenominados liberales —o, en el caso de Antonella Marty, que se autodenominaban— de cierta influencia sacan alguna especie de liberalometro para “establecer” si alguien es o no es “liberal”, como si de buenos o malos se tratara. Y hasta cierto punto esto es bueno, ayuda al debate de creencias, pero lo cierto es que la realidad no es tan simple y el problema llega cuando la etiqueta, por un lado, (i) no permite apreciar lo variopinto que puede ser algún espectro ideológico y, por el otro, (ii) se usa como sinónimo de cualquier cosa, tergiversando su significado y separándolo por completo de los principios que la enmarcan y le hacen ser lo que es para, curiosamente, decir “esto es ser liberal” con total desconexión de lo que significa realmente.

Antonella tiene cierto grado de razón, hoy se ha dado algo curioso con el “ser liberal”, a saber, que se intenta explicar lo que “verdaderamente significa” vaciando de significado —aunque con apariencia contraria— el concepto; hoy “ser liberal” es muchas cosas, llevando a una confusión que en muchos casos es mejor un escenario donde no signifique nada. De hecho, del mismo modo en que lo que es de todos termina siendo de nadie, un concepto interpretado a gusto de todos termina vaciando su significado. Hoy “ser liberal” es defender los “derechos” LGBTIQ+ o cualquier otra minoría[2], promover ciertas creencias especificas en lo que respecta al género y al sexo —a veces siendo sin sentidos totales—, pero también “ser liberal” es hacer todo lo contrario; hoy “ser liberal” es ser conservador, pero también es no serlo; hoy “ser liberal” es ir contra el Estado en su totalidad, pero también es defenderlo hasta cierto punto; hoy “ser liberal” es [inserta la definición que gustes, al parecer todo vale]. La cuestión, no obstante, es que este “problema” ha llegado de la mano por personas como la misma Antonella, José Benegas y Gloria Álvarez, por lo que ella criticarlo es darse un tiro en el pie. Quienes han pretendido sumar nuevas luchas al “liberalismo” son los mismos que ahora tachan al liberalismo originario —clásico— de “conservador” y quien sabe cuantas cosas más, no respetando la historia de las ideas, mientras la tergiversan en el camino.

Esto no necesariamente es malo, nuevamente, es el debate de ideas lo que permite matizar posturas, pero llegar a decir ahora que el “liberalismo” es “una secta” a la que no quiere ser vinculada, pues es un espacio donde “un grupo de viejos amigos deciden si entras o no”, es una irresponsabilidad total que no hace más que demostrar que Antonella nunca estuvo segura de donde estaba y no conoció a cabalidad aquello que decía defender —cosa que queda más en evidencia cuando salen expresiones como “y si eres mujer, peor”, “te tachan de loca si hablas de feminismo, migración, legalización de drogas, derechos y libertades LGBTQ+”… ¿Discrimina el “liberalismo” ideas buenas y malas en función del sexo que exprese las ideas? ¿En qué parte del mundo está el liberalismo en contra de la libertad, sea donde sea donde se manifieste, siempre con vista a que las personas se hagan responsables de las consecuencias positivas y/o negativas de sus acciones? Son preguntas que, evidentemente, no se hizo está mujer antes de decir lo que dijo, o, si se las hizo, no meditó en la respuesta con el criticismo que ameritaba… no sé qué es peor—.

Por otro lado, es un tanto gracioso que alguien que dice ser seguidora acérrima de Ayn Rand, quien dio una batalla incansable para recuperar el concepto de “egoísmo” y no dejarlo con la connotación negativa que desde hace mucho alimentaron los colectivistas, ahora quiera dar por “insalvable” el término “liberal/liberalismo”. La pobre Rand posiblemente se suicidaría si resucita y ve que esta es la calidad de seguidores que tiene en el presente —contados por algunos también como “sectarios”—.

El liberalismo y el feminismo

Antonella dice que todas las olas del feminismo son importantes porque todas tienen algo que decir. Para dar fuerza a esto, dice que “la mujer está siendo víctima todavía de un modelo heteropatriarcal que marca a estas nuevas derechas y que las hace, por ejemplo, ir contra el aborto”, pero yo pregunto: ¿Qué demonios significa eso de “modelo patriarcal”? ¿Es la mujer hoy sometida a todos los preceptos que dicen los hombres en la sociedad? ¿El hombre manda y la mujer calla? Este tipo de afirmaciones simplistas solo se apegan a retoricas de movimientos que no comprenden la complejidad característica de nuestra sociedad y, por tanto, es lamentable por irresponsable. Además, ¿Es el aborto un tema ya definido dentro del liberalismo? ¿El debate del aborto es tan simple como: “es o no es asesinato”, así sin más? Pretender encapsular a quienes estamos en contra del aborto en esas “nuevas derechas”, que a su juicio son conservadoras y nacionalistas, es un absurdo total en la medida en que no reconoce que este tema no está saldado del todo dentro del espectro liberal, y he allí la diferencia entre varias posturas. Ambas posturas tienen puntos válidos, unas más validas que otras, pero sensatas al fin. Visto lo anterior, ¿Quién es, entonces, quien quiere dogmatizar el “liberalismo”, al punto de que “quien no piense igual a Antonella no es liberal”? —aunque ahora, como no se dice a si misma liberal, imagino que ya no tendrá que decirlo—.

En adición, el liberalismo tiene bases fundamentales sobre las que pueden cambiarse ciertas estructuras para adaptarse al contexto, incluso extender esas bases para abarcar temas antes descuidados, pero, yo pregunto: ¿Pueden considerarse estos feminismos de última ola asuntos que tengan que hacer cambiar la estructura del liberalismo en general? A mi juicio, no. De hecho, en nuestra sociedad no hay mayor amenaza contra la verdadera libertad, esa que tiene límites, dadas las circunstancias, que estos movimientos feministas de última ola, esos movimientos que quieren dejar de lado la imposición de una religión —que es algo que también apoyan los liberales— para imponer autopercepciones de géneros, quitarle la custodia o encarcelar a los padres por “no aceptar” la autopercepción de sus hijos menores de edad —y, por tanto, con carencias de juicio suficientes como para aprehender todas lo que implican ciertas decisiones o posturas de vida—, que expulsa a profesores de colegios u obliga a médicos no hablar con cierto lenguaje para no herir susceptibilidades, y pare usted de contar. Es aquí donde pierde gracia el descaro, que alguien que dice comprender muy bien a Mises no entienda la diferencia entre una libertad sostenida en aquellos elementos que la conforman —circunstancias naturales, capacidad de acción del human, no coacción— y la libertad espuria sostenida a base desconexión de la realidad y de coacción.

Desde el momento cero, el liberalismo ha defendido que no se debe coactar a otros de forma ilegitima mientras trabajan por sus metas de vida, por eso no apoya el movimiento de derecha o de izquierda per sé, sino las posturas que se alineen con una sociedad libre, independientemente de quien las promulgue, pero hoy ese feminismo que defiende Marty, infantil en muchos casos, adolescentes en muchos otros, proveniente de un mundo donde los parámetros objetivos son inexistentes, tiene niveles de tolerancia cero y sus seguidores pretenden cambiar la historia que nos ha hecho ser lo que somos hoy, para bien o para mal, a fuerza estatal. ¿Para eso quiere el Estado Antonella? ¿Con qué moral va a decir que quienes hablan hoy de libertad son sus principales contendores, cuando ella es parte de aquello que critica? Sí, ella tiene razón en que nos encontramos en una sociedad con desorden ideológico —y no puede ser de otra manera, dado que, como ya se mencionó, es el mundo de lo subjetivo lo que parece imperar hoy, subjetividades que vienen de personas que, curiosamente, apoyan movimientos del estilo feminista de estos últimos tiempos—, pero Marty no se encuentra fuera de ese problema —evidentemente—.

Argentina, Milei, Venezuela, el dictador Maduro y “la izquierda coherente”

Como si esto no fuese suficiente, Antonella llega a comparar a Javier Milei y Nicolás Maduro, diciendo que ambos hablan de lo mismo… ¿¡Es enserio!? ¿Milei habla de lo mismo que Nicolás Maduro? ¿Cómo comparar a alguien que llegó al poder de forma democrática, con instituciones más o menos funcionales, con alguien que se hizo del poder de forma dudosa en el 2013 y se mantiene en él a punta de pistola? ¿Por qué no viene a Venezuela y hace esas declaraciones que puede hacer libremente en otros países de Latam, incluyendo Argentina, a ver si corre con la misma suerte y todavía le quedan ganas de seguir haciendo comparaciones estúpidas? Y cabe señalar que esto es solo una pequeña parte de lo que vienen diciendo desde hace mucho Antonella y seguidores, comparando a Milei con Hugo Chávez, Perón, o con personajes fascistas; pareciese que no se han paseado por un libro de historia con la honestidad intelectual suficiente para comprender bien los fenómenos sociales en contexto y a sus personajes. Un absurdo total. Desafortunadamente, la tendencia en las redes sociales es siempre dar voz a los carentes de sensatez intelectual.

Es necesario recordar que en la embajada argentina se encuentran algunos disidentes venezolanos que la narcotiranía que somete al país ha perseguido injustamente y tampoco quiere brindar los salvoconductos para que puedan salir del país sin miedo a ser capturados. Sí, esa embajada argentina que encabeza un “Milei que dice lo mismo que Maduro” —esa expresión es un chiste pobre sin gracia—. Y, ojo, tengo mis reservas con Javier Milei, pero creo que se pueden transmitir mensajes e invitar a debates con la verdad, y no con afirmaciones estúpidas.

En este marco, Antonella expresa que “en Argentina, al menos, las corrientes más de izquierdas, socialistas, comunistas, son las que están hablando ahora mismo de las cosas más coherentes: hablan de Estado de Derecho, de república, de no dar poderes a un tipo desquiciado como Milei”. Sí, claro, hay que agradecer que la “izquierda” argentina, que sumergió al país nuevamente en una crisis, vota todo en contra a Milei porque se leyeron todos los artículos de las leyes propuestas y han analizado el contexto país con suficiente criterio científico y filosófico y han llegado conclusiones coherentes, cero partidistas, de que votar a Milei es un atentado contra la libertad y el Estado de Derecho. La izquierda argentina coherente seguro sí comprende bien los conceptos de libertad, acción humana, sociedad, orden extenso, empresarialidad, institucionalidad, amor y paz, después de haber leído y meditado profundamente en las obras del Che Guevara y Karl Marx, y hay que poner los pies en el camino cada vez que intenta avanzar Javier Milei, que no hace más que idolatrar a Adolf Hitler y atacar a Mises, Hayek, Bastiat, Voltier, Montesquieu, Rothbard, Huerta de Soto, Bruno Leoni, y todo pensador liberal —desde el más clásico hasta el más extremo—. En este escenario, no me extraña que diga que la socialdemocracia es una rama “salvable” —o sea, el liberalismo no es salvable, sí lo es la socialdemocracia—… silencio total.

Habiendo visto todo lo anterior, no me queda más que repetir expresiones del pasado: ““Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis”, dijo en una oportunidad el gran filósofo humanista Michel de Montaigne, y son palabras que, sin duda, se pueden aplicar para mal en Antonella Marty —y seguidores—. Es claro que todos podemos decir cosas que son poco inteligentes o acertadas, pero el problema real llega cuando se hace fuerte énfasis en el error, haciendo que la estupidez sea tan insistente —como es el caso de este personaje—, al punto de volverse un agravio o infamia para la verdad y sus defensores”. Fin.


[1] Antonella Marty, la nueva musa liberal. 2021. Publicado en el portal de El Español. Puede acceder a través de: https://www.elespanol.com/espana/politica/20210531/antonella-marty-liberal-podemos-no-vox-nefastos/585191842_0.html (Consultado el 21 de junio de 2024).

[2] Es curioso que Antonella critique que a muchos movimientos los financie “la derecha trumpista” —que puede ser criticable—, pero no diga nada sobre el financiamiento de George Soros, y otros personajes liberticidas, a este tipo de colectivos que ella defiende. Entonces, si acaso no es deshonesto, sí viene de alguien con doble moral.

EE. UU.: Luisiana arremete contra la libertad y obliga a exhibir los ‘Diez Mandamientos’ en las aulas

El estado de Luisiana, EE. UU., en un claro atentado contra la libertad, ha introducido este miércoles una ley que obliga a exhibir los ‘Diez Mandamientos’ en todas las aulas a partir del próximo año, desde los colegios hasta la universidad, convirtiéndose así en el primer estado del país en aplicar esta medida.

La norma exige que en todas las clases de las escuelas que reciban fondos estatales se coloque un cartel «que mida al menos once por catorce pulgadas» y que esté «impreso en una fuente grande y fácilmente legibles», según informa la cadena de televisión CNN.

Quienes se oponen a la ley han argumentado que un estado que exija la presencia de un texto religioso en todas las aulas violaría la Constitución de Estados Unidos, que dice que el Congreso no puede «promulgar ninguna ley respecto al establecimiento de una religión».

Por ello, diversos grupos de libertades civiles anunciaron antes de la aplicación que impugnarían la norma en los tribunales. De hecho, la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, en inglés), principal agrupación sindical de Estados Unidos, ha informado de que ha presentado un recurso para «impugnar la nueva ley de Luisiana que exige que todas las escuelas públicas primarias, secundarias y postsecundarias muestren los ‘Diez Mandamientos’ en cada aula».

«La ley viola un precedente de larga data del Tribunal Supremo y la Primera Enmienda. Hace más de 40 años, (…) el Supremo anuló un estatuto estatal similar, sosteniendo que la Primera Enmienda prohíbe a las escuelas públicas publicar los ‘Diez Mandamientos’ en las aulas. Ningún otro estado exige que se exhiban en las escuelas públicas», ha denunciado.

La ACLU ha subrayado a través de un comunicado publicado en su página web que estas imposiciones «resultarán en una coerción religiosa inconstitucional de los estudiantes, quienes están legalmente obligados a asistir a la escuela, por lo tanto, son una audiencia cautiva de los mensajes religiosos patrocinados por la escuela».

«También enviarán un mensaje escalofriante a los estudiantes y familias que no siguen la versión preferida del estado de los Diez Mandamientos de que no pertenecen ni son bienvenidos en nuestras escuelas públicas», ha concluido.

Por su parte, los partidarios de la ley se apoyan en la decisión del Supremo de devolver su trabajo a un entrenador de fútbol de una escuela secundaria después de que fuera sancionado por una controversia relacionada con rezos en el campo.

En aquel entonces, el tribunal dictaminó que las oraciones equivalían a un discurso privado protegido en la Constitución y que no podían ser restringidas. Empero, esto dista mucho de ser una imposición masiva de la religión en los colegios estadounidenses.

Javier Milei es el presidente con mejor imagen en Sudamérica

Tras algunas semanas complejas, con reuniones en el extranjero y luego de la aprobación en el Senado de la Ley Bases, Javier Milei logró posicionarse como el presidente con mejor imagen en Sudamérica.

Este hecho lo muestra una nueva encuesta, que indicó que el mandatario argentino no solo mejoró su porcentaje de aceptación con respecto a meses anteriores, sino que también dejó en el segundo lugar a su par ecuatoriano, Daniel Noboa.

Este estudio fue hecho entre el 11 y el 15 de junio a personas mayores de 18 años y tuvo un promedio de encuestados de 1.250 (entre 1.032 y 1.469 en cada país), con un margen de error de +/- 2% a 3% y con un nivel de confianza del 95%.

De esta manera, el presidente libertario de Argentina ha marcado tendencia del crecimiento de su imagen a poco más de seis meses de su asunción, acorde al sondeo que lleva a cabo la mencionada consultora cada treinta días.

La encuesta señala que el economista libertario incrementó su percepción positiva un 0,9% respecto del mes anterior, lo que le permitió relegar a Noboa. De manera detallada se señala que Milei tiene un 55.7% de imagen positiva y un 41,9% de imagen negativa, con un 2,4% que optó por la opción «No Sabe/No Contesta».

En ese sentido, la mitad de los encuestados que dijeron que su valoración es positiva sostuvieron que su imagen es Buena, mientras que la otra mitad entiende que es Muy Buena. En el porcentaje de valoración negativa, el 28,1% sostiene que su imagen es Muy Mala, y el 13,8% aseguró que es solo Mala.

Milei recibe una una medalla de la presidente de la Comunidad de Madrid

Este jueves, la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado que el viernes 21 de junio entregará la Medalla Internacional de la Comunidad de Madrid al mandatario de Argentina, Javier Milei.

«Para nosotros es un honor recibir al presidente legítimo elegido por amplia mayoría en las urnas por el pueblo de la Argentina», sostuvo Díaz Ayuso esta jornada en la Asamblea madrileña.

Cabe señalar que esta condecoración reconoce «los vínculos históricos, culturales, lingüísticos y económicos» que unen a las dos naciones y que ocurre en medio de la crisis diplomática que enfrentan las últimas semanas los gobiernos de estos dos países, a causa de las quejas del socialista presidente de España, Pedro Sánchez.

En la Comunidad de Madrid viven actualmente 48.000 ciudadanos argentinos. Además, en España hay 72 empresas de esta procedencia, de las que 36 se ubican en la capital y reciben el 92% de la inversión argentina en el país, según apunta el Gobierno regional.

La entrega se realizará tras el encuentro que Díaz Ayuso y Milei mantendrán en la Real Casa de Correos, sede de la Administración regional.

En un primer momento, solo estaba previsto la recepción de un premio concedido por el Instituto Juan de Mariana, hasta que esta jornada se ha conocido el nuevo reconocimiento.

El mandatario argentino no tiene previsto encontrarse con ningún miembro del Gobierno de España ni con el rey Felipe VI, aunque ha trascendido que pidió una reunión con el monarca.