Caracas. – El Gobierno de Donald Trump desplegó este jueves fuerzas aéreas y navales en el sur del mar Caribe, con la finalidad de enfrentar a los cárteles de la droga latinoamericanos que amenazan la seguridad de Estados Unidos. El despliegue militar será en toda la zona norte de Venezuela, y se teme que el principal objetivo sea el «cartel de los Soles».
El movimiento fue reportado a la agencia de noticias Reuters por fuentes anónimas, pero más tarde fue confirmado por el propio secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio.
Esta información ha sido vinculada por varios portales noticiosos, con el dato revelado el 8 de agosto por The New York Times, el cual habló sobre una orden secreta, emanada de Trump y dirigida al Pentágono, para que implementara el uso de fuerza militar contra grupos que su Gobierno ha designado como organizaciones terroristas.
Ya para febrero de 2025, la administración de Trump había designado al «Cártel de Sinaloa» de México y a otras organizaciones criminales, como el «Tren de Aragua» en Venezuela, como «organizaciones terroristas globales».
Ahora, recientemente la designación la recibió el «Cartel de los Soles», recayendo la responsabilidad de su dirección sobre Nicolás Maduro.
El sur del mar Caribe, que colinda con el norte de Venezuela en toda su franja costera, es precisamente el área que emplea este cartel por vías aéreas y marítimas, para trasladar sus cargamentos de narcóticos.
«Este despliegue tiene como objetivo abordar las amenazas a la seguridad nacional de Estados Unidos provenientes de organizaciones narcoterroristas especialmente designadas en la región», revelaron las fuentes a Reuters.
También, como parte de esta nueva política de seguridad, el Pentágono ha incrementado el uso de drones de vigilancia sobre territorio mexicano y venezolano. De hecho, los militares chavistas ya han alertado sobre la detección de aeronaves de vigilancia estadounidense, sobrevolando los límites marítimos con Venezuela.
Este despliegue de fuerzas estadounidenses en el mar Caribe, una zona históricamente sensible para América Latina, afecta especialmente a países como Cuba y Venezuela, este último donde impera el narcorégimen chavista, debido a que revive temores sobre una posible escalada militar regional.
Ya Maduro ha buscado alianzas, como es el caso del llamado que hizo al presidente colombiano Gustavo Petro, para unir los ejércitos de ambos países en caso de producirse una intervención directa en suelo venezolano.
Cabe destacar, que la idea ha sido rechazada contundentemente en Colombia, donde exmilitares profesionales se niegan a sacrificarse por el líder de un cartel, por cuya captura Estados Unidos ofrece 50 millones de dólares.













