Desde el asesinato de Masa Amini en manos del policía moral de Teherán, cientos de jóvenes tomaron las calles de la capital iraní desde el pasado lunes para protestar el uso obligatorio del velo y las normas que imponen el recato en el espacio público.
Las fuerzas de seguridad se han desplegado este martes profusamente por el centro de Teherán para contener las protestas que habían comenzado el día anterior, y que habían desembocado en graves disturbios. En la capital, el lunes, cientos de jóvenes marcharon desde las universidades de Teherán, Amir Kabir o Shahid Beheshti.
Algunos confrontaron a los antidisturbios con piedras o dañando coches policiales. Los agentes los reprimieron con cañones de agua, gas pimienta y porras. A día de hoy, han resultado heridas 450 personas y se han arrestado a 500.}
Las mujeres han tomado un rol preponderante en las manifestaciones. Un grupo nutrido se ha quitado el velo o incluso lo ha quemado en plena calle, como acto de rechazo a las normas que imponen el recato en el espacio público. Otras se han cortado el pelo a tijeretazos.
Entre los eslóganes de los protestantes, se encuentra el grito unisono de: «Mujer, vida, libertad». Como acto de rechazo a las normas que imponen el recato en el espacio público.
Hasta el momento, las protestas y el amedrentamiento de las fuerzas del estado han dejado un saldo de ocho muertos, sumado a heridos y encarcelados.